¿Flechas de Cupido o feromonas enloquecidas?
Cuando todo gira en torno del deseo visual más la química instantánea, el romance acaba siendo breve. Ridículamente fugaz. Como los hornos del hotel, que aunque suben de temperatura en un pestañeo, y duran menos que una cita de Tinder. Iniciar algo solo en la apariencia, es igual que usar un microondas de hotel, enciende rapidísimo, lamentabl